Extracto de Semilla de Pomelo o Toronja.

Un jardinero aficionado, de nombre Jacob Harish que también era médico, físico e inmunólogo especializado en la investigación de remedios naturales, observó que estas semillas en su composta no se pudrían.

La composición del extracto es una combinación de elementos naturales que incluyen aminoácidos, ácidos grasos, oligosacáridos, flavonoides (naringina, quercitina, hesperidina, neohesperidina, glicósido de camferol, apigenina, rutinosidos, poncirina, etc.), tocoferoles, así como ácidos vegetales entre los que se incluyen el ácido ascórbico, el ácido benzoico y el ácido cítrico. Los bioflavonoides son un tipo de pigmentos hidrosolubles de plantas que se encuentran frecuentemente en frutas y verduras, los flavonoides aumentan la biodisponibilidad de la vitamina C, se absorbe con más rapidez y permanece más tiempo en el organismo.

Cuando varios institutos de renombre (tales como el Pasteur Institute en Francia y el Institute for Microbiology en Herborn, Alemania) empezaron a investigar el extracto obtenido de las semillas de pomelo (ESP), descubrieron una amplia variedad de efectos inherentes en esta sustancia. Resultó que el ESP no solamente eliminaba virus y bacterias sino que también neutralizaba levaduras y otros hongos y parásitos. Los resultados obtenidos de estudios muestran que el efecto del ESP

combate aproximadamente 800 cepas de bacterias (incluyendo staphylococcus, pseudomonas, legionella, chlamydia, streptococcus) y virus, además de 100 cepas de hongos y una gran variedad de parásitos unicelulares.

Aplicaciones Clínicas

Aparato digestivo: Disbiosis, diarrea, flatulencia abdominal, intoxicación alimentaria, náuseas, vómitos, infección parasitaria, niveles elevados de hongos como candida, úlceras gástricas y duodenales.

Aparato respiratorio: Resfriados, gripe, sinusitis, Tos Seca, Afonía, Ronquera y laringitis (procesos inflamatorios en la garganta).

Aparato locomotor: Artritis, enfermedad de Lyme.
Sistema tegumentario: Úlceras, llagas, cortes, heridas, acné, pie de atleta, herpes, impétigo, sarpullidos, irritaciones, estomatitis angular (en labios), dermatitis de contacto, tiña, microinfecciones, verrugas, caspa, problemas en las uñas ocasionados por infecciones.

Dientes/encías: Gingivitis, enfermedad periodontal.
Ojos: Conjuntivitis.
Sistema urogenital: Infecciones del tracto urinario, infección vaginal. General: Infecciones fúngicas y bacterianas, síndrome de fatiga crónica.

Seguridad

No se conocen efectos secundarios ni efecto tóxico alguno en las dosis recomendadas.

Vitamina C

Según conceptos de la medicina celular, la enfermedad cardio circulatoria, la arterioesclerosis la causa del infarto al miocardio y la apoplejía, no es sino una forma temprana de escorbuto, de la enfermedad de los marineros.

Las arterias tienen un anillo de tejido conjuntivo compuesto principalmente por colagenas y una capa interna llamada endotelio. Cuando se tienen deficiencia de vitamina C, se empieza a disolver dicho anillo, por la producción insuficiente de moléculas de colágeno y a la vez están ausentes vitaminas de fuente de energía biológica para las células, causando alteraciones de funcionamiento, provocando estrechamiento. Entre las células se van formando millones de fisuras microscópicas, en las personas que falta por completo la vitamina C, se produce la rotura de la pared arterial y el derrame de sangre en un plazo de entre 4 y 6 semanas, comprendiendo de qué morían los marineros de hace varios siglos, literalmente se desangraban. La aparición de los procesos de la arterioesclerósis se parece mucho a los del escorbuto, la ausencia total de vitamina C es hoy una excepción, casi todas las personas padecen durante décadas una nutrición deficiente en vitaminas, por tanto la rotura total de la pared y la hemorragia interna difícilmente ocurre, pero durante años y décadas si se produce un debilitamiento progresivo de la pared arterial, dándole tiempo al cuerpo de reaccionar, el hígado produce varias partículas reparadoras como las lipoproteinas, que se introducen dentro de las fisuras produciendo las temibles placas de ateroma, que en las arterias de un corazón enfermo, produce reducción de flujo sanguíneo hasta llegar al infarto, en los vasos cerebral éstas acumulaciones desarrollan la apoplejía. Aprendamos que casi todos los mamíferos producen naturalmente vitamina C y los seres humanos durante la evolución perdimos esa capacidad, por eso tenemos que consumirla constantemente, hoy sabemos que las arterias son las únicas que se ocluyen con ateromas y en las venas esto no ocurre, siendo una prueba lógica de que el colesterol no es el causante de los infartos, sino la debilidad de las paredes arteriales expuestas a la presión mecánica.

Hoy aprendamos que se le conoce también como la vitamina de la belleza por que mantiene el colágeno firme, sin ahondar mucho en todas los beneficios que nos brinda en padecimientos inmunológico, diabetes mellitus e hipertensión arterial,por mencionar algunas y recordemos que es fundamental en todos los esquemas de medicina de longevidad.

Magnesio

El magnesio es el cuarto mineral más abundante en su cuerpo. Se han detectado más de 3750 sitios de unión del magnesio en las proteínas humanas y es necesario para más de 300 reacciones enzimáticas diferentes. El magnesio representa un papel importante en una amplia variedad de procesos bioquímicos, entre los cuales encontramos optimizar la función de la mitocondria y la creación de ATP, regular el azúcar en la sangre y activar los músculos y nervios. En cuanto a padecimientos como la osteoporosis, ya esta suficientemente estudiado que suplementar calcio sin magnesio y a proporciones incorrectas es un error, ademas debe ser balanceado con vitamina D, vitamina K y tratamientos medico especializados.

Consumir alimentos procesados favorece deficiencia de magnesio, también se pierde con el estrés y la falta de sueño. Si tiene niveles altos de insulina, es muy probable que tenga niveles bajos de magnesio y en algunos casos la presión arterial elevada y fármacos bajan igualmente los niveles.
El consumo diario recomendado (RDA) de magnesio está entre 310 y 420 mg al día, dependiendo de su edad y sexo. Sin embargo, algunos investigadores creen que podríamos necesitar entre 600 y 900 mg al día para una salud óptima. Hay muchas razones para sobrepasar la dosis diaria recomendada, y afortunadamente, el magnesio es bastante seguro, así que no nos preocupemos por consumir el suficiente.